El diseño de nuevos proyectos se centra hoy en las necesidades de nuestras ciudades —movilidad, empleo, transporte…—, por lo que es crítico entender las maneras en que la sociedad se adapta a las nuevas condiciones de vida, trabajo y entretenimiento, así como la influencia de la tecnología en este proceso.
Así, se ha generado una ola de cambios en respuesta a tal demanda: núcleos con componentes de usos mixtos; centros de grandes ciudades que retoman su fuerza como el caso de Monterrey; desarrollos que cambian su vocación industrial por una mayor sofisticación como “Nuevo Polanco” en la Ciudad de México.
A continuación abordaremos estas y otras tendencias en el sector inmobiliario mexicano, así como las razones detrás de ellas.
Crecimiento
En términos económicos, los bienes raíces dependen mucho del costo de financiamiento. Aunque este reto hace que el pronóstico de crecimiento sea más discreto en los próximos años, hay también factores sólidos que dan certidumbre al movimiento alcista en el sector.
Por un lado, en el terreno de la oferta, México sigue gozando de un fuerte impulso por parte de la inversión institucional proveniente de vehículos como las afores. Por otro, en la demanda, se aprecia que la infraestructura no acompaña al ritmo de crecimiento en el país y la vivienda sufre de un rezago importante.
Ubicación y calidad de vida
Esta necesidad tanto de vivienda como de pragmatismo apunta a un desarrollo más vertical en las principales ciudades.
Los espacios privados se perciben ya como un lujo y la gente opta más por aquellas ubicaciones céntricas y amenidades que les provean una mejor calidad de vida: proyectos que cuenten con restaurantes, comercios y otros servicios cercanos a departamentos y oficinas.
A su vez, esto ha dado lugar a la tendencia de departamentos en renta: una preferencia marcada entre los millennials, quienes buscan sitios cercanos a sus zonas de trabajo y entretenimiento.
Turismo
En el sector turístico se registra un auge impulsado por los apoyos del gobierno y la expansión económica de Estados Unidos, lo que ha traído una fuerte demanda de espacios a precios muy razonables para sus compradores.
Tecnología y optimización
La sustentabilidad también juega un rol muy importante de cara al futuro. En el diseño y la construcción se incorporan con frecuencia prácticas y recursos más consistentes con el cuidado del medio ambiente, en una adopción que aparte se verá impulsada por sistemas de certificación como LEED.
Pero la optimización va más allá de lo ambiental. En su afán por optimizar los procesos y presupuestos, los desarrolladores recurren a herramientas de tecnología y big data para tomar decisiones más acertadas respecto a sus proyectos y su relación con los mercados. Gracias a las plataformas de información y los servicios de analítica, el emprendimiento inmobiliario en México dejará de ser solo un arte para también ser una ciencia con sustento en estadística e inteligencia de negocios.
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Como desarrolladores tenemos la gran responsabilidad de crear espacios que, además del éxito financiero, trasciendan y mejoren la calidad de vida de quienes los usan. Para esto necesitamos entender muy bien la dinámica en los mercados y los ciclos económicos del sector, además de basar nuestros proyectos en fundamentos lógicos y datos precisos, con la finalidad de brindar a los mercados las soluciones que requieren.
– Publicado originalmente para Players of Life Monterrey: Noviembre 2018
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