Cuando vemos las Olimpiadas, son impresionantes los estadios y las canchas con gradas repletas de espectadores. Sin embargo, la inversión en real estate va mucho más allá de los centros deportivos. Entre la infraestructura para el desarrollo de las Olimpiadas están las villas olímpicas que son complejos residenciales, diseñadas para albergar a miles de atletas y personal de apoyo. Éstas representan una porción significativa de la inversión requerida que la ciudades deben de tomar en cuenta al ser cede de este evento. Las Olimpiadas no solo son un espectáculo deportivo global, sino también un catalizador significativo para el desarrollo urbano de las Ciudades.
Las historias de fracasos olímpicos han asustado a muchas ciudades de asumir esta responsabilidad. Algunas ven los Juegos como una oportunidad económica y un desarrollo subsidiado, mientras que otras optan por no postularse debido a los altos costos y riesgos involucrados. A lo largo de los años, cada vez menos ciudades se postulan para ser anfitrionas. Aquellas Ciudades que albergan las Olimpiadas invierten grandes sumas en infraestructura y renovación urbana, construyendo estadios, villas olímpicas y mejorando el transporte público. Estos proyectos no solo pueden llegar a mejorar la funcionalidad de la ciudad, sino que también aumentar su atractivo para residentes y visitantes de las olimpiadas como después de ellas. Pero, ¿cómo lograr una planeación con visión a futuro y aprovechar las Olimpiadas como catalizador para el desarrollo urbano e inmobiliario?
Las Villas Olímpicas en particular, son complejos residenciales construidos específicamente para las Olimpiadas. Estos alojamientos no solo brindan hospedaje a los atletas, sino que también ofrecen instalaciones como comedores, gimnasios y áreas de esparcimiento. Por ejemplo, Paris recibirá en sus complejos de Villas al rededor de 14,500 atletas y personal (N1). La inversión en estas villas puede ascender a miles de millones de dólares, ya que deben cumplir con altos estándares de confort y seguridad. Paris invirtió del orden de $1,628 MDD para las Villas, de un total estimado de $9,774 MDD para toda la organización de los Juegos Olímpicos y su infraestructura (N2). De los cuales un 51% se destina a infraestructura y 49% a gastos operacionales. Dichas inversiones tanto del sector privado como el sector público, buscan un retorno. Para el sector público, la visión es de largo plazo en obras que impacten a las comunidades más allá de los juegos olímpicos.
Después de las Olimpiadas, las villas olímpicas enfrentan el desafío de encontrar un nuevo propósito. En muchos casos, estos complejos se transforman en viviendas de diversos segmentos y en otros pueden acabar en completo abandono.
Esto requiere de una planeación con visión a futuro, entendiendo las necesidades de la ciudad y los indicadores de crecimiento.
Algunos ejemplos: México y Brasil.
Un ejemplo notable es la Villa Olímpica de la Ciudad de México, construida para los Juegos Olímpicos de 1968. Después del evento, estas instalaciones fueron adaptadas para convertirse en un complejo habitacional que sigue en uso hasta hoy.Por otro lado, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, la Villa Olímpica fue diseñada con el objetivo de convertirse en un barrio residencial de lujo. Sin embargo, la realidad ha sido más complicada, ya que la demanda no cumplió con las expectativas iniciales, y muchas unidades permanecieron vacantes por años.
Distinctive apartment blocks in the Paris 2024 Olympic Village designed by Brenac & Gonzalez & Associés (Photo: Solideo)
¿Qué ha propuesto París?
París opto por el desarrollo de villas que no solo tuvieran un uso residencial después de las competencias pero que a su vez sean parte de un proyecto de mayor escala donde juntas regeneraran e impulsaran a una de las zonas más deterioradas de la ciudad.
Las Villas abarcará partes de tres ciudades: Siene – Saint – Denis, previamente conocidas como los tiraderos industriales de la ciudad ubicadas al Noe Oeste de la Ciudad. Este nuevo asentamiento se convertirá en un distrito sustentable aplicando diversas tecnologías como materiales en banquetas para regular la temperatura, así como filtros de aire de exterior. En lo inmobiliario, La Villa Olímpica después de las olimpiadas contará con una variedad de ofertas residenciales como de equipamiento y servicios. Contara con 2,500 departamentos, residencia para estudiantes, un hotel, 7 hectáreas de áreas verdes, oficinas y 3,200 m2 de comercio de barrio. Re convirtiendo una zona de nivel socioeconómico bajo, hacia una zona detonadora de crecimiento con oferta
Equilibrar las necesidades de eventos a corto plazo con el desarrollo urbano a largo plazo es crucial. La planificación de estos macro eventos ofrece una oportunidad significativa para el desarrollo urbano y la creación de infraestructura que beneficie a la comunidad a largo plazo. No obstante, el éxito de estos proyectos depende de una planificación cuidadosa y una estrategia clara para el uso post-olímpico de las instalaciones. En el caso de París, las villas olímpicas serán parte de un macro proyecto distrital después de los Juegos. Los operarios comenzarán a reutilizar las unidades residenciales de la Villa en noviembre de 2024, entregando un barrio nuevo, eco-responsable y funcional que se integrará en la ciudad del futuro en 2025.
Consideramos que la apuesta de París, atiende a la creciente demanda de vivienda para residentes que se ha venido generando por el desplazamiento derivado de la gentrificación por el turismo y nómadas digitales similar a otras ciudades en el mundo. También la alza en las tasas de interés provocan una recesión en la compra de nuevas viviendas. Generando una necesidad de atender la demanda de vivienda “pública” que en Francia se trata de viviendas de alquiler controlado, más asequibles que las viviendas privadas. París parece apostar por desarrollar estas viviendas, atraer residentes y con ello densificar nuevas zonas de la ciudad que generen a su vez un crecimiento económico indirecto.
Las Olimpiadas deben verse como un acelerador e incentivo para el desarrollo de la ciudad anfitriona, integrándose en la estrategia y el plan de desarrollo urbano existentes. Los proyectos olímpicos no deben considerarse una estrategia independiente, sino como el siguiente paso en un proyecto urbano de mayor escala. Para París el reto consiste en transformar una zona de la ciudad previamente conocida por bajos niveles socioeconómicos en un distrito vibrante, densamente poblado y sustentable. Todo esto debe hacerse considerando las afectaciones socio espaciales que podrían impactar a los habitantes actuales. Un desarrollo de esta magnitud en zonas previamente afectadas económicamente enfrenta el reto de impedir el desplazamiento de la población más vulnerable.
Las Olimpiadas tienen el poder de transformar el desarrollo urbano y los mercados de bienes raíces de una ciudad. Las inversiones en real estate durante las Olimpiadas pueden representar tanto una oportunidad como un riesgo. La clave está en la planificación estratégica que asegure que, una vez finalizados los juegos, estas instalaciones puedan transformarse en activos valiosos para la comunidad, potenciando el desarrollo económico y social de la zona. París ha avanzado en utilizar los Juegos Olímpicos para promover una renovación urbana duradera en lugar de obtener solo un impulso económico temporal y costoso.
En Orange® Investments, nos apasionan los proyectos trascendentales con visión a futuro. Como lo revisamos, estas visiones requieren de un minuciosos análisis de diversos factores para poder generar proyectos sostenibles, redituables y trascendentales.
Referencias
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https://olympics.com/es/noticias/paris-2024-cifras-clave-villa-olimpica-paralimpica
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https://www.bloomberglinea.com/2024/07/31/cuanto-vale-albergar-los-juegos-olimpicos-y-que-inversiones-se-realizaron-para-paris-2024/
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https://www.tatlerasia.com/homes/architecture-design/olympic-villages-urban-sustainability-communities
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