En 1998 tuve mi primer proyecto inmobiliario. Nada realmente impresionante a los ojos de un desarrollador con experiencia: nueve departamentos de 100 metros cuadrados, aunque yo sentía que estábamos construyendo un edificio majestuoso.
Más allá del tamaño, las herramientas que teníamos a la mano en ese momento distaban mucho de las que existen hoy. Prácticamente, solo podíamos levantar capital vía friends & family y mercadeo en medios como revistas, periódicos, gacetas sociales y avisos de ocasión.
El edificio se vendió con una estrategia de marketing en avisos de ocasión, específicamente con un anuncio tan simple como este: “Preventa de departamentos, oportunidad, $30,000 USD”.
A estas alturas lo anterior parece increíble. Hoy tenemos internet eficiente y rápido, realidad virtual 3D, videos, renders, redes sociales, banca, brókeres en línea, servicios web de solicitud de deuda, estudios de mercado especializados, vuelos de dron para promocionar o seguir la construcción de un proyecto, reportes en línea para los socios, conexiones por webtomail…
Como todos, el negocio inmobiliario ha evolucionado mucho y en el camino se han quedado muchos jugadores de la vieja escuela que no quisieron aprovechar estas tendencias.
Algunos no montaron la ola y sus negocios quedaron obsoletos; unos más reaccionaron tarde, pero al fin se sumaron; otros, quizás los más jóvenes en ese momento, lograron ver lo que aguardaba el futuro y tomaron como imperativo adoptar y aprender el funcionamiento de estas nuevas herramientas.
En este contexto, siempre decimos que los ciclos se repiten y que estos son hoy mucho más cortos. Una tecnología puede ser exitosa hoy, pero en cualquier momento llega otra para desterrarla.
Hay muchos ejemplos de modelos que pasaron de encarnar el estado del arte por años a verse superados por la disrupción de un momento a otro: el Messenger de Hotmail, una videocámara de hace años, un taxi convencional, un cibercafé de inicios de siglo, las tiendas departamentales que ahora están al borde de la quiebra.
Esta semana me tocó viajar a la Ciudad de México para el lanzamiento de SiiLA MX —uno de nuestros nuevos negocios— y a Miami para una conferencia del Urban Land Institute. Resultó ser para mí un nuevo recordatorio de las tendencias y de la necesidad de mantenerse atento a ellas sistemáticamente, de cara a lo que está por venir.
Recordé cómo, hace más de un año en una junta de resultados, mi socio compartió una idea sobre la migración de servicios a la nube. Y más allá del detalle, la propuesta nos sugería una lógica y un sentido común que nos invitaba a transitar hacia el ambiente que ya veíamos en otras industrias. Los bienes raíces no eran excepción. Así, transformamos la idea en tareas diarias y empezamos a trabajar de inmediato.
Y es que en Orange existe una lógica de pensamiento ante este tipo de preguntas. La respuesta la encapsulan algunas frases a las que recurrimos mucho:
– Busca qué hacen los jugadores de tu sector en países de primer mundo. Lo que funcionó allá muy probablemente también lo hará aquí y está por llegar.
– Todo está inventado; no busques la fórmula, observa las prácticas de esta y otras industrias, y tropicaliza, adopta o mejora —sin copiar— aquellas que han conseguido buenos resultados.
En esta introspección conjunta de colaboradores, observamos tendencias en la evolución de las soluciones. Notamos, por ejemplo, que en Estados Unidos las empresas de estudios de mercado eran cosa del pasado, desplazadas ahora por las plataformas electrónicas.
Estas empresas de servicios profesionales muy personalizados fueron rebasadas por soluciones web con reportes impersonales, datos, estadística dura, concreta y fehaciente, todo en línea o en la nube. Tales herramientas se llaman SaaS (software as a service).
En fin, en este caso las tendencias eran claras y, por lo tanto, ameritaban ser exploradas. La gran pregunta era cómo incursionar en algo que, aunque suponíamos inevitable en México y Latinoamérica, pertenecía a un ramo en el que no teníamos el expertise.
El resultado fue siila.com.mx: una alianza entre Orange y Reix Corporation que era necesaria para ambos y que aportaba una solución a dicha interrogante.
Mientras que una empresa tenía el conocimiento, la tecnología, el software y la experiencia probada de cloud based services en Estados Unidos, la otra tenía la plataforma, el recurso humano, los datos, la información, el conocimiento de los mercados y una valiosa base de clientes y socios.
Una simbiosis ganar-ganar honesta en la que ambas empresas coincidían en el approach y en la conveniencia de llegar más rápido al mismo objetivo juntos.
Esta es una tendencia clara como muchas otras en el negocio. En Miami me tocó intercambiar ideas con grandes amigos y apreciar lo que hace cada uno en su área rumbo al futuro. Nada nuevo bajo el sol: solo tendencias notables de otros países que nos llevan ventaja.
¿Qué podemos percibir en el horizonte?, ¿a dónde va nuestro negocio?
– Plataformas de vivienda en renta: el mercado querrá comprar casa cada vez menos y rentarla cada vez más, y se especializará en segmentos —solteros, estudiantes, ejecutivos—.
– Venta asistida: negocio totalmente desatendido en México; no hay proyectos institucionales y esta tendencia es obvia para nuestro país y la región. En los próximos años, veremos miles y miles de unidades creadas para este mercado. Se los garantizo.
– Menos sucursales bancarias: la gente acudirá menos a las ventanillas; estos sitios irán cerrando y cambiarán de uso inmobiliario.
– Solicitud de créditos en línea y no en un banco: soluciones que en otros países llevan tiempo y que no han llegado a nuestros países (brókeres de deuda).
– La reconversión de los centros urbanos con mayor velocidad: mucho menos vida lejos del trabajo y mucho más cerca de él, sin importar que sea en unidades más pequeñas.
– Supermercados cada día más reducidos: la tendencia ya sucede, pero la cultura de la compra de víveres para una semana y su respectiva cantidad provocarán que estos espacios se acorten considerablemente.
– El futuro de los cines, incierto también. A más soluciones de películas en web, parece que el mercado recurrirá a ellos en menor medida.
– Edificios sin o con muy pocos estacionamientos.
– Más trabajo a distancia sin remordimientos.
– Incremento en servicios de guarderías.
Y la lista de tendencias claras y sólidas podría extenderse mucho más.
Hoy más que nunca, pareciera que el futuro está predefinido. Sin embargo, hay que tener las ganas de verlo, tomar acción y realizar los ajustes necesarios en tu negocio antes de que sea tarde.
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