El sector agroalimentario constituye una de las actividades económicas más significativas en México al ser uno de los sectores con mayor dinamismo y crecimiento en los últimos años. A nivel mundial, México ocupa el noveno sitio como productor agropecuario y el octavo como exportador agroalimentario, de forma que se consolida como potencia exportadora de productos agroalimentarios. Además, participa con alrededor del 8.5% del PIB nacional y genera cerca del 15% de los empleos formales en el país[1].
Necesidades y oportunidades para consolidar su posición global a través de infraestructura agrologística e insumos básicos como el agua:
- Necesidad de mejora en infraestructura logística: carreteras-puertos y aeropuertos-nodos logísticos-cadena de frío.
- Aumentar conectividad intermodal: el crecimiento de las zonas urbanas demanda una mayor oferta de transporte y con ello mayor disponibilidad de alternativas sostenibles que agilicen la movilidad.
- El uso intensivo del agua ha ocasionado la sobreexplotación del recurso hídrico, por lo que es necesario disminuir la presión sobre este, permitir la recarga artificial de acuíferos y fomentar su reutilización.
- Almacenamiento con temperatura controlada: en México, la capacidad para almacenamiento en frío es de aproximadamente la mitad del promedio mundial. El 41% de esta se concentra en manos de seis compañías. Se calcula que el espacio total para almacenamiento en frío es de 15 millones de m3, o 0.152 m3 por habitante urbano, cerca de la mitad del promedio mundial. La distribución geográfica de esta capacidad tampoco es la más atinada, ya que los almacenes se encuentran dispersos en forma desigual. Hay regiones vastas, y a menudo productivas, que están subatendidas en cuanto a almacenamiento en frío y logística.
El rol de los agroparques y hubs agrologísticos en las cadenas agroalimentarias
Definido como un espacio físico en donde el objetivo principal es minimizar los costos de producción y generar mayor valor para los productores del sector agropecuario, los agroparques juegan un papel preponderante en el desarrollo eficiente de las cadenas agroalimentarias, con la premisa de lograr mejores niveles de competitividad y productividad desde la producción hasta la comercialización y distribución de productos.
Un agroparque o hub agrologístico concentra múltiples empresas que se encargan de la proveeduría, producción, procesamiento, agrologística y demás aspectos de la cadena, como maquinaria e infraestructura especializada. Debe contar con aspectos fundamentales para un funcionamiento eficaz, tales como una plataforma logística, inversión en tecnología que permita reducir el uso de energía y crear mayor valor agregado a la producción.
Uno de los objetivos principales de esta infraestructura es la agilización de la logística que envuelve a todas las etapas de las cadenas agroalimentarias, en especial aquellas referidas a la distribución y comercialización de productos, de tal suerte que exista mayor competitividad y, por lo tanto, un mayor y mejor acceso a los mercados regionales, nacionales e internacionales.
Impactos esperados
- Aumentar la consolidación de nodos logísticos y agrologísticos
- Consolidar la posición logística de México a través de infraestructura complementaria
- Mejorar la gestión logística a través de toda la cadena agroalimentaria
- Reducir costos logísticos
- Establecer mejores vías de comercialización para reducir la presencia de intermediarios
- Uso eficiente de recursos
- Generar mayor valor agregado a la producción
- Asociatividad con productores y proveedores
- Disminuir las mermas a través de inversión de cadena de frío.
Configuración agroparque-hub agrologístico
- Almacenamiento con temperatura controlada
- Infraestructura de recintos fiscalizados
- Conexión intermodal
- Empaques
- Procesamiento/ Invernaderos de alta tecnología
- Truck stop
- Área de mantenimiento de contenedores
- Puede contener áreas de servicios (hoteles, gasolineras, restaurantes, bancos).
En Orange Investments estamos participando en proyectos de desarrollo con un enfoque agrologístico y, en los últimos meses postpandemia, hemos observado un importante apetito de inversión por este tipo de desarrollos, ya que presentan una gran proyección e impactos positivos para las zonas donde se realizan.
Así que, hoy más que nunca, se debe seguir impulsando el desarrollo de proyectos que vengan a robustecer el desarrollo de las zonas industriales en las diferentes regiones del país, desde el centro y el Bajío, donde se encuentran los principales productores de perecederos, hasta la frontera norte y sur, por donde se exporta hacia los Estados Unidos y Europa.
[1] Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 2017.
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